Saturday 24 July 2010

Número de accidentes de trabajo por unidad de producción

Número de accidentes de trabajo por unidad de producción




En un estudio realizado en los Estados Unidos y citado por Gilmer (1.971), se intentó controlar el efecto del factor cantidad de producción, manteniéndolo constante. Así pues, se empleó un proceso bastante simple: Se dividió el número de accidentes en un período dado por la cantidad de producción y así se obtuvo el número de accidentes de trabajo por unidad de producción. Los datos demostraron que durante las primeras horas de la jornada de trabajo los accidentes variaban con la producción, pero al final del período la cantidad de accidentes se mantenía elevada a pesar de la disminución en la producción y éstos demuestran el efecto de la fatiga sobre los accidentes.

En relación con este problema de las variables físicas y fisiológicas y su relación con los accidentes de trabajo, muchos investigadores han dejado de lado los estudios de los factores humanos y psicológicos y han dedicado mayor atención al estudio de la relación entre los elementos del medio ambiente y los accidentes de trabajo. Diversos trabajos se han realizado, pero infortunadamente muchas de estas investigaciones sobre la adaptación de las condiciones del medio físico a las capacidades del hombre se han realizado de modo muy empírico por industriales y empresarios, que no se preocupan, después, por reportar los resultados logrados a los científicos e investigadores. A continuación se presentan algunos trabajos científicos de conocimiento público, que estudiaron la relación de los accidentes con factores del ambiente físico, con repercusiones en el estado fisiológico general de los operarios y luego en los accidentes de trabajo.

En lo que se refiere a la influencia de la temperatura en la ocurrencia de accidentes de trabajo, Theil (1.953) mostró algunos datos de la mina de oro Morro Velho en el Brasil: cuando la temperatura era de 31 grados centígrados ocurrieron, durante 16 meses, 16 accidentes mortales y, después de la instalación de sistemas de ventilación, que bajaron la temperatura a 26 grados centígrados, los accidentes mortales en los 16 meses siguientes se redujeron a 6 solamente. Osbornc y Vernon (1.932), dedicados a estudiar este problema en profundidad, encontraron un mínimo de accidentes con 18 grados centígrados y a 24 grados centígrados el número de accidentes crecía en 24% con relación al número de accidentes a 20 grados centígrados. En otro estudio, en minas de carbón, Vernon (1.945) demostró que existen pocos accidentes leves cuando la temperatura esté entre 16.5 y 29 grados centígrados y que en los túneles donde la temperatura es más elevada el número de accidentes llega a ser tres veces mayor.

En otros dos estudios realizados en minas de carbón por el Industrial Health Research Board (1.928) se demostró nuevamente la evidencia de la relación entre temperatura y accidentes de trabajo. Los operarios de mayor edad sufren menos accidentes que las personas jóvenes, en condiciones de temperatura normal, pues poseen mayor experiencia y habilidad. En situaciones de temperatura alta estas personas sufren más accidentes que los operarios más jóvenes y esto es explicado por los autores como el efecto de una mayor fatiga del personal de más edad en situaciones de alta temperatura, lo que se reflejaría en el aumento del número de accidentes (Vernon y Bedford, 1.928).

A pesar de que estos trabajos hayan mostrado una relación entre los diversos niveles de temperatura en el medio de trabajo y el número de accidentes, no se ha determinado, con relativa precisión, cuáles son las temperaturas ambientales óptimas para la ejecución de las diferentes tareas, en lo que atañe a la seguridad en el trabajo.

En relación con la influencia de la iluminación en los accidentes de trabajo parece no existir duda en el sentido de que ocurren menos accidentes con luz natural que con iluminación artificial. Algunos autores llegan a proponer que el 25% de los accidentes ocurre por causa de deficiente iluminación. Vernon y Bedford (1.931) también encontraron que los accidentes eran más numerosos con iluminación artificial (15% más accidentes de noche que de día) y 75% más frecuentes en lo que se refiere específicamente a los turnos. Desde otro punto de vista, es interesante anotar que la presencia de peligro inminente, en el ambiente de trabajo, como por ejemplo, metal incandescente, tiende a aumentar la probabilidad de accidentes aún en aquellos no relacionados con el hecho en sí. Esto estaría relacionado con la afirmación de que un ambiente confortable, al lado de un peligro menor, llevaría a los operarios a adoptar actitudes prudentes lo que reduciría el número de accidentes de toda especie.

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