Estímulos relacionados con los accidentes de trabajo

Estímulos relacionados con los accidentes de trabajo




En relación con los estudios que involucran el tiempo de reacción simple, los trabajos publicados son muy abundantes, dado que muchos científicos pensaban o piensan que la rapidez con que las personas pueden reaccionar a determinado estímulo o serie de estímulos relacionados con los accidentes de trabajo, o sea que, reaccionando rápidamente los sujetos podrían escapar de las situaciones de peligro inminente y así evitarían los accidentes. Entre tanto, los resultados de estudios e investigaciones son bastante contradictorios, no indican altas y frecuentes correlaciones entre las variables en estudio. El cuadro que sigue, presentado por Faverge (1.967), comprende una serie de estudios, la mayoría con conductores sobre tiempos de reacción y ocurrencia de accidentes y muestra claramente la predominancia de correlación sin significancia entre las variables.

Una tesis interesante acerca de la relación entre los puntajes de test de percepción, test motores y accidentes con propuesta por Drake (1.941), cuando sometió un grupo de 40 operarios de una línea de montaje a test motores con rapidez de ejecución de actividades manuales y a test perceptivos, principalmente relativos a discriminación visual. Los resultados demostraron que los sujetos poliaccidentados obtenían peores resultados en los test de percepción que en los test motores y lo contrario era observado en sujetos poco accidentados. Este hecho llevó a Drakc a interpretar el fenómeno considerando que los individuos con accidentes reaccionan más rápidamente de lo que perciben, mientras los poco accidentados reaccionan más lentamente de lo que perciben, siendo entonces la accidentabilidad atribuida a falta de coordinación entre percepción y reacción motora. Hasta el momento, la interesante y útil hipótesis de Drake nunca obtuvo confirmación en trabajos realizados por otros investigadores.

En otro trabajo Lahy y Korngold (1.936), estudiando un grupo de 200 sujetos poliaccidentados y otro de 300 individuos que no habían sufrido accidentes, les aplicaron, entre otros, test de atención difusa, atención concentrada, puntuación, disociación de movimientos de mano y llegaron a algunas conclusiones importantes:

- En todos los test en que la rapidez de trabajo no era impuesta, es decir, donde no existía un estado psicológico de precipitación, los accidentados dan, desde el punto de vista de la exactitud del trabajo, un rendimiento tan bueno como el del grupo sin accidentes. Más aún, cuando ellos mismos regulan la ejecución de la tarea, los accidentados dan, desde el punto de vista de la rapidez, resultados análogos a los del grupo de control, salvo cuando el trabajo se torna muy complejo, en cuyo caso pierden en rapidez para salvaguardar la precisión.

- Por el contrario, las tareas que evitan siempre los accidentados son aquellas que imponen a las reacciones de los sujetos un ritmo determinado o un límite de tiempo, después del cual la reacción es afectada por excitación ulterior que se presenta como consecuencia.

- O el hecho de que la actividad de los frecuentemente accidentados se encuentra profundamente perturbada cada vez que se les impone una velocidad o un ritmo de trabajo por seguir, que demanda plasticidad de readaptación continua, nos hace suponer que la razón de esta perturbación sea de orden emocional y afectiva. En tales circunstancias, se genera en ciertos sujetos un estado psicológico de excitación y de precipitación debido a la dificultad que tienen de ajustar sus reacciones a los estímulos siempre nuevos que surgen".

- En un trabajo muy importante, Rennes (1.954) demostró que, entre los frecuentemente accidentados, 22% eran zurdos, mientras entre los poco accidentados existían solamente el 5% de zurdos. Ese hecho, lejos de ser interpretado como indicador de alguna relación entre la mano dominante y la propensión a los accidentes, demuestra que, si los zurdos tienen más accidentes que los diestros se debe a inadaptación a las máquinas y a los sistemas de trabajo, frecuentemente concebidos para diestros, a los cuales los zurdos se adaptarían con enormes esfuerzos. Aquí puede verse el importante papel desempeñado por la ingeniería humana o ergonomía, en la concepción de sistemas de trabajo adaptados a características del trabajador, así como en la selección de personal al escoger las personas para cada puesto de trabajo.