Monday 26 July 2010

Correlaciones significativas entre el nivel de inteligencia y el número de accidentes de trabajo

Correlaciones significativas entre el nivel de inteligencia y el número de accidentes de trabajo




Si las investigaciones iniciales de Henning (1.927) con 164 aprendices de una escuela profesional mostraron la existencia de una correlación negativa entre la frecuencia de accidentes y los puntajes en la escala Alfa del ejército americano, ocurrió con sus sucesores, quienes encontraron resultados bastante contradictorios en este sentido (Farmer, Chambers y Kirk, 1.933; Chambers, 1.939; Christiacns, 1.957; Zurfluh, 1.957).

Bonnardel (1.949) juzga que se debe dar una mayor atención a la inteligencia concreta, evaluada a partir de test de desempeño, más que a las otras formas de inteligencia denominadas lógicas, posibles de evaluación mediante pruebas de papel y lápiz, siendo tal vez ésta la explicación de los resultados contradictorios de las investigaciones. Lleva a cabo entonces una serie de trabajos y encuentra resultados interesantes, demostrando que por debajo de un límite dado existe correlación significativa entre las notas en el factor considerado y la ocurrencia de accidentes.

De esta manera, estudia los 153 accidentes sufridos por operarios durante los seis primeros meses de trabajo en una fábrica y demuestra la ocurrencia de tres veces más accidentes entre los empleados que obtienen puntajes bajos en los test de factor general de inteligencia que entre los operarios que obtuvieron puntuaciones altas. El cuadro citado por Pacaud (1.966) muestra los resultados del estudio:

En otro estudio sobre 934 días de ausentismo de operarios frecuentemente accidentados, Bonnardel (1.949) mostró que el 41% de estas ausencias se refería a los individuos que obtuvieron puntuaciones en el factor g que los colocaban ente el 10% inferior de la población.

Pacaut (1.966) realizó un conjunto de estudios bastante semejante. En uno de ellos tomó 300 sujetos no accidentados y 200 frecuentemente accidentados, que respondieron baterías de test de rapidez. Los resultados de la prueba de inteligencia lógica mostraron las curvas de los grupos casi superpuestas sin que se diferenciaran entre sí.

En otro estudio, la misma autora, tomando ahora 1.000 sujetos no accidentados y 700 frecuentemente accidentados, pertenecientes al mismo grupo profesional y habiendo pasado por el mismo test de inteligencia lógica, sin preguntas literarias y especulativas, obteniendo diferencias significativas de 93.

En investigaciones sobre accidentes de tránsito la situación no es muy diferente. En un estudio realizado por Goldstein (1.964), en el que consideró catorce estudios diferentes que se relacionaban con medidas cognitivas, se corroboró que las correcciones en general son muy bajas y negativas en unos casos, ciertas correlaciones más altas para las pruebas de conocimiento de las normas de tránsito y para algunos tests de juicio.

Para intentar aclarar estas contradicciones, después de examinar los diversos) trabajos de investigación, Tiffin y McCormick (1.969, p. 779-80) propusieron la siguiente explicación: "Parece obvio que, en la mayoría de las situaciones de trabajo, por encima del nivel mínimo crítico de capacidad intelectual no hay o si existe es muy poca relación entre grados crecientes de capacidad intelectual e inmunidad i a los accidentes. Pero, en muchas situaciones de trabajo, un empleado debe poseer un nivel mínimo de inteligencia. Aquellos que no logran este nivel mínimo serán probablemente empleados propensos a sufrir accidentes. Principalmente para la identificación de este grupo de empleados es recomendado el empleo de test de capacidad intelectual, como parte importante de cualquier programa de prevención j de los accidentes".

Es importante recordar que estas conclusiones exhiben cierta analogía con la identificación de variables moderadoras, concepto desconocido en la época. Este nivel mínimo, por encima del cual no son observadas correlaciones significativas entre el nivel de inteligencia y el número de accidentes de trabajo sufridos, parece corresponder a una capacidad intelectual mínima que permitiría al sujeto comprender correctamente las órdenes de trabajo recibidas de sus superiores. En este punto se hace importante resaltar las contribuciones de la selección de personal en la escogencia de trabajadores para actividades riesgosas, con niveles mínimos de inteligencia, capaces de entender las instrucciones recibidas.

No comments: