Sunday 25 July 2010

Implantar un sistema controlado para evitar accidentes de trabajo

Implantar un sistema controlado para evitar accidentes de trabajo




Implantar un sistema controlado para evitar accidentes de trabajo, que sea objetivo, eficiente, de inspección periódica de los diferentes sitios de trabajo, buscando detectar fuentes de insalubridad y peli¬gros, cumplimiento de las normas de seguridad, estado general del ambiente de tra¬bajo, tanto desde el punto de vista físico como social, buscando hacer previsiones preventivas mucho antes de que cualquier accidente pueda afectar el sistema. Al mismo tiempo esas visitas periódicas contribuyen a la obtención de un clima participativo y favorable a las tareas orientadas a la seguridad, demostrando la preo¬cupación de la administración por este importante asunto. Como forma de control de algunas variables médico-psicosociales que podrían estar interviniendo en la ocurrencia de accidentes de trabajo, o en la perturbación del buen funcionamiento de los sistemas, se sugiere la implantación de exámenes periódicos tanto médicos, como psicológicos y odontológicos, el seguimiento so-cial para detectar problemas en su estado inicial y poder atacarlos antes de que pue¬dan provocar mayores daños. Se sabe que aquello que compromete la salud del tra¬bajador (y el concepto de salud se toma aquí en el sentido más amplio) es una fuente de disfuncionamiento del sistema que puede conducir a situaciones de accidente de trabajo.

Estudiar profundamente y luego implantar una política empresarial con respecto al empleo de equipos de protección individual. Con frecuencia se observa delibe¬raciones aisladas de los responsables de la seguridad en el trabajo, sin que exista un compromiso de los jefes inmediatos y de la alta dirección con respecto a este tema tan relevante, lo que tiene repercusión sobre las normas relativas al uso de los equi¬pos y en las decisiones de los trabajadores que no hacen uso de ellas. No cabe duda de que ocurre frecuentemente un abuso en el empleo del EPI co¬mo forma de prevención de accidentes de trabajo, sustituyendo todas las demás alternativas, entendiéndose así que un sistema que cuente con un gran número de sujetos que utilizan EPI es un sistema seguro, cuando en realidad los EPI deben ser empleados solamente en aquellos sistemas en que existe peligro y otras soluciones no pueden eliminar el riesgo. Recomendar el uso general e indiscriminado de EPI como forma de garantizar la seguridad en el trabajo es, en buena medida, una forma cómoda de gastar dinero, eludir la seguridad c intentar mostrar a observadores in¬cautos que allí existe seguridad. Las cifras de accidentalidad laboral en Colombia y en América Latina en general son críticas. Para constatarlo basta con mirar los pocos reportes y estadísticas que se en¬cuentran disponibles. En Colombia, por ejemplo, se pierden alrededor de 300 mil millones de pesos anuales por causa de los accidentes laborales; en 1989 se registraron cerca de 220.000 casos; son tan graves las secuelas de los accidentes que en los últimos años han tenido que ser pensionados por el Instituto de los Seguros Sociales (ISS) 16.000 trabajadores accidentados. Esto para mencionar tan solo consecuencias económicas de esta tremenda realidad. El conocimiento científico disponible en el área latinoamericana en relación con la temática de los accidentes de trabajo es escasísimo, insuficiente y es casi nula su divulgación.

Una buena proporción de la tecnología industrial disponible en nuestros países es comprada y transferida de medios muy diferentes al nuestro en lo económico, so¬cial, cultural y aún en lo ergonómico y lo tecnológico. Esto hace inadecuadas a nuestro medio algunas de sus condiciones, lo que determina necesariamente una cierta proclividad a sufrir accidentes por parte de sus usuarios.

Se aprecia una falta evidente de criterios técnicos y científicos que puedan dar soporte a políticas gerenciales, programas y acciones orientados a la prevención, al manejo administrativo y a la educación en asuntos de accidentalidad laboral.

En no pocos países del área la legislación laboral ha sido insuficiente o inadecuada en lo que a la prevención y manejo de la accidentalidad se refiere. Además de esto; debe aceptarse que el cumplimiento de la normatividad existente es bastante deficiente.

Este libro sobre Accidentes de Trabajo del Dr. De la Coleta muestra hechos estudiados y documentados científicamente, presenta conceptos y principios y da pautas prácticas, lo que proporciona: En relación con el desarrollo de estudios e investigaciones que tienen en cuenta la relación entre las características humanas y la ocurrencia de accidentes, diversos procedimientos metodológicos se han empleado con miras a la obtención de resul¬tados más confiables y válidos y a la mejor adaptación a las diversas situaciones y pro¬pósitos.

En esta exposición sobre los métodos más utilizados en los estudios sobre pre¬disposición a los accidentes y accidentalidad, en términos generales, se emplear la clasificación propuesta y discutida por Shaw y Sichcl (1.971), con algunas modifi¬caciones, sin olvidar que cada una de ellas cuenta con características positivas y algu¬nas limitaciones y con una aplicabilidad mayor o menor, dependiendo, en último análisis, de los objetivos del estudio que esté en proceso.

En general, las investigaciones referentes a la predisposición a los accidentes y a la accidentalidad, que han empleado una metodología científica, han tomado dos posiciones bastante diferentes: los estudios basados en todo el grupo de sujetos in¬volucrados en la investigación y los estudios centrados en los individuos en par¬ticular.

METODOS CENTRADOS EN EL GRUPO.

Método de los porcentajes: En la aplicación de este tipo de metodología se sugiere que se tome un grupo particular de sujetos, en una situación dada y durante un período definido, se veri¬fique la proporción de sujetos que es responsable por determinada cantidad de acci¬dentes y se compare la distribución de los datos recogidos con una distribución de Poisson o Binomial Negativa, que se aplican a eventos ocasionales o con pequeña probabilidad de ocurrencia, como es el caso de los accidentes de trabajo. En caso de

Poliaccidentados vs. Individuos con pocos accidentes: Este método consiste en la comparación de un grupo de individuos poliacciden¬tados con un grupo de individuos con pocos accidentes y en la verificación de si difieren unos de otros en ciertas características personales.

Datos médicos y psicológicos (tests): Esta parte (datos médicos y psicológicos) no mostró ninguna diferencia significativa; en particular las pruebas de inteligencia no discriminaban a los accidentados de los demás.

Datos ergonómicos: Los accidentados trabajaban con mayor frecuencia de pies, realizando un menor número de veces tareas con una exigencia de gran precisión. Los sujetos que sufren el primer accidente en la empresa, con consecuencia leves, tendrían más accidentes en el año que aquellos que sufrieron el primero con

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